La pandemia de la Covid-19 trae diversas consecuencias.
Según Eduardo Molet, asesor inmobiliario, hace un año, los impagos eran algo poco común. “Actualmente, se están actualizando a la baja alquileres a cambio de garantías, y cada vez más se producen retrasos e impagos”.
Por su parte, Toni Expósito, director de Comprarcasa, responde que, en general, las estimaciones de los grandes propietarios (fondos y socimis) señalan que este problema afecta a un 15%, “pero la cifra media que barajamos en nuestra empresa no supera el 5%, ya que la mayoría de nuestras operaciones de alquiler las garantizamos con un seguro de impago”.
En todo caso, Expósito señala que el Covid-19 está teniendo un impacto directo en el mercado del alquiler. “El número de inquilinos que ha tenido problemas para pagar su cuota mensual ha crecido cerca de un 12% en estos últimos meses. Es cierto que no se trata en la mayor parte de los casos de inquilinos morosos, si no de personas que atraviesan un momento complicado debido a la situación económica que vivimos y que en muchos casos se solucionan tras una negociación entre arrendadores y arrendatarios”.
El profesional comenta que los propietarios están muy sensibilizados con la situación, habiendo comunicación transparente entre las partes, las moratorias están siendo la gran situación contra los ERTES y pérdidas de empleo.
Desde ARAG han notado un repunte altísimo de casos de impagos durante el confinamiento. Muchos han sido incidencias provocadas por las moratorias o aplazamientos, pero otros muchos se convertirán en siniestros de impago. “Pero sin ninguna duda, lo que más va a afectar a corto plazo en el trámite de siniestros es el retraso que se está produciendo en los juzgados, ya que supondrá un mayor tiempo para los desahucios y, por tanto, subirá el coste medio de estos siniestros que antes tenían una media de 6 meses y ahora en muchos casos se van a sobrepasar los 10 meses”.
Vaticinan que, a medio plazo, la principal preocupación es la crisis económica que supondrá la Covid-19 y que hará que muchas familias no puedan pagar el alquiler lo que provocará un aumento de la frecuencia de siniestros.
Desde Comprarcasa aconsejan que lo primero que debemos de tener en cuenta es que un retraso en el pago no es lo mismo que dejar de pagar un mes. “En este caso, nuestra recomendación es que el propietario reclame de forma amistosa”. Pero si de esta forma no obtiene resultados, tendrá que volver a reclamar el pago, en este caso por vía fehaciente: burofax, conducto notarial etc.
“Si aún así no se consigue el abono de la deuda, no quedará más remedio que ir a juicio. En este caso, el propietario puede reclamar lo que se le debe, o resolver el contrato y solicitar el desahucio por impago, o las dos cosas a la vez”.
Insisten siempre en que es fundamental realizar una correcta selección del inquilino -una persona con un nivel de ingresos contrastado, con estabilidad laboral, o capaz de aportar las garantías necesarias- que nos libre de discrepancias y riesgos innecesarios.
Aunque por la Covid-19 los expertos comentan que los inquilinos no suelen ser morosos sino que tienen determinados problemas de pago por la situación actual, desde la OCU dan algunos consejos sobre qué hacer antes de alquilar la propiedad.
Por ejemplo, pedir la fianza por adelantado y de acuerdo a la Ley de Arrendamientos Urbanos se permite solicitar una garantía adicional que para contratos de vivienda está ahora (desde el 6 de marzo de 2019) limitada a un valor equivalente a 2 mensualidades de renta.
Luego está pedir un aval personal privado y contratar un seguro de impago que suele cubrir el impago del alquiler, el desahucio y los desperfectos de las viviendas.