Y así ha sido. Apenas 4.200
percibirán un máximo de 200 euros mensuales. Los restantes 50.000
arrendatarios que registraron la solicitud para percibir esta ayuda
se quedarán sin ella, viéndose abocados en muchos casos a tener que
afrontar, más pronto que tarde, el trance de dejar sin pagar los
recibos.
O sea que la Comunidad de Madrid
reconoce el derecho, pero también que no hay dinero para todos. De
esta forma, más de un 85% de los hogares que viven en la región en
régimen de alquiler no tienen, según los criterios del propio
Gobierno autonómicos, unos ingresos suficientes como para hacer
frente al pago de la renta con soltura.
Los afortunados recibirán las
ayudas en octubre. La idea del Ejecutivo autonómico es abonar en un
único pago los diez primeros meses de 2015 para, en noviembre y
diciembre, acometer el pago con periodicidad mensual. En muchos
casos, ese abono de octubre, entre 1.000 y 2.000 euros, supondrá
todo un soplo de aire fresco para familias con recursos económicos
muy limitados.
Al margen de los que se quedan sin
la ayuda por falta de fondos, otros 3.820 solicitantes han sido
excluidos por superar el umbral de ingresos requerido. Son aquellos
titulares de un contrato de arrendamiento que, en el conjunto de la
unidad familiar, ingresan más de 3,5 veces el Indicador Público de
Renta de Efectos Múltiples (IPREM).
El gran número de solicitudes ha
retrasado el estudio de cada uno de los casos y por tanto la
resolución del listado, aún provisional, de admitidos, excluidos
por motivos económicos y de excluidos porque el presupuesto de la
Comunidad no daba para más.
Para solicitar la ayuda, los
potenciales beneficiarios debían cumplir con una serie de
procedimientos establecidos por la Comunidad, más allá de cumplir
con los umbrales de renta. Entre ellos, conseguir que el arrendador
depositara un mes de fianza del inmueble en el ya extinto Instituto
de la Vivienda de Madrid (Ivima), sustituido ahora por la nueva
Agencia de Vivienda Social.
Fuente:
Inmodiario.com -24/08/2015