Ante esta situación, el
Ayuntamiento plantea una alternativa. Condonar en un 80% la sanción
a cambio de que cedan sus pisos durante tres años para que los
servicios sociales municipales puedan disponer de ellos para
destinarlos a alquiler social para ser ocupados por familias en
situación de emergencia.
El Ayuntamiento condonaría el 80%
de la multa a los propietarios sancionados, que además podrían
prolongar el alquiler el tiempo necesario para cubrir el 100% de la
sanción. Una vez amortizada la multa, el alquiler social lo
cobraría directamente el dueño del apartamento. Así pues, tendrán
que echar cuentas. Solo los que están siendo capaces de alquilar
sus casas todos los días podrían plantearse hacer frente a esa
multa. Evidentemente, no la mayoría.
Como prueba piloto, el consistorio
ofrecerá esta posibilidad, a partir de septiembre, a los
propietarios de los 330 apartamentos turísticos ilegales
expedientados en el distrito de Ciutat Vella, uno de los
principales afectados por este fenómeno.
En Ciutat Vella se producen
actualmente unos 250 desalojos mensuales de media, por lo que cree
que esta medida podría revertir en beneficio de las personas más
desfavorecidas y a la vez combatir la proliferación de apartamentos
turísticos.
Actualmente se calcula que
Barcelona cuenta con una bolsa oculta de aproximadamente 8.000
pisos turísticos ilegales. La mayoría de ellos, además, se
encuentran repartidos entre los barrios de Ciutat Vella, con
especial efecto en la Barceloneta. El barrio marítimo donde se
hacen más patentes las consecuencias de este descontrol, con una
incidencia brutal de la proliferación del turismo de
borrachera.
La campaña de inspección para
detectar pisos ilegales en el barrio marinero impulsada en el
anterior mandato por Xavier Trias revisó todas las viviendas del
barrio, más de 8.600 y detectó que 386 de ellas eran destinadas a
uso turístico. Más de 200 han pasado ahora tener ahora un uso
regular como viviendas de alquiler.
Además del cerco sobre los
propietarios de las viviendas, el Ayuntamiento de Barcelona también
multará a partir de septiembre a plataformas digitales que ofrezcan
alojamiento turístico en la capital catalana, como Airbnb o
Booking.
Fuente: Inmodiario -
07/08/2015